“Prolagus, canciones para resistir, para no morir”, es un disco que es un libro y viceversa. Las dos cosas son complementarias. El disco, con la producción artística de Michele Palmas y los arreglos de Silvano Lobina, está compuesto casi en su totalidad por canciones en lengua sarda que hablan del paso del tiempo, del riesgo de perderse o de no captar el sentido de la vida o de amar. De fondo una Cerdeña moderna, antigua, resistente pero a la vez herida, abierta al mundo, capaz de dialogar dentro y fuera de sí misma. Un mundo, el que transpira del libro y del disco que es su origen, contado con un lenguaje antiguo que no quiere extinguirse y que llega fresco y -paradójicamente- moderno -gracias a canciones que revelan un autor con un estilo original y un aliento amplio. El libro, confiado a la pluma de Fiorenzo Caterini, Ivo Murgia, Pier Franco Devias, Francesco Casula y el propio Andrillo, consta de una serie de ensayos, observaciones, relatos, aclaraciones y todo lo demás que, a partir de las canciones contenidas en el disco, desentrañar y llevar al lector de la mano en una Cerdeña resistente, abierta al mundo y que rechaza la aprobación cultural y política.